Cada vez que te veo
plasmada en el ayate,
en mi corazón siento
que no dejo de admirarte.
En el vientre llevas
un listón negro,
ahí llevas a tu hijo
para el mundo entero.
Madre embarazada del creador,
protege a bebés indefensos,
evita el dolor y los lamentos
y saca a los humanos de su error.
Tú, siendo tan pequeña,
permitiste que en ti
el don de la vida se diera
y así Jesús naciera.
Virgencita mexicana,
ayuda a nuestro país,
que cambien las leyes de raíz
y protejan la vida humana.
Madre mía,
eres mi compañía,
por eso defiendo la vida
con amor y alegría.
Reina de mi corazón,
por todos los católicos mexicanos
que no hacemos nada y callamos,
te pedimos perdón.
Virgencita mía,
eres mi guía,
no me dejes sola
para luchar por la vida.
(2008)
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